¿Inclinas el torso hacia adelante a la hora de hacer zancadas? ¿Doblas la rodilla más de 90º? ¿Tocas el suelo con la rodilla que se queda atrás? Estas son 3 indicaciones de que estás haciendo mal las zancadas. No solo no estarás aprovechando al máximo los beneficios de las mismas, sino que esto podría relacionarse con lesiones importantes.
Con las zancadas puedes ejercitar muchos grupos musculares que irán desde la zona de los cuádriceps, hasta los glúteos, entre otros tantos.
Sigue leyendo para descubrir como tienes que hacerla:
Paso a paso: descubre como hacer zancadas sin lesionarte
- Nos ponemos de pie, manteniendo las manos apoyadas en la cintura. Separa un poco las piernas e inspira profundamente.
- Da un paso al frente, asegúrate de que tu torso está recto y que se mantiene perpendicular en relación al suelo. Lo que debemos evitar en este punto del ejercicio es balancearnos, o no haremos una buena zancada.
- La zancada debe darse en su justa medida: no debe ser ni muy corta, ni muy amplia. Recuerda que la rodilla nunca debe doblarse más de 90º.
- El pie que está al frente es el encargado de sujetar la mayor parte del esfuerzo, por lo que también deberías asegurarte de que esté bien apoyado.
- Ahora es el momento de doblar la pierna trasera. Debemos alargar el movimiento antes de que la rodilla toque el suelo; si lo hace, la zancada estará mal hecha.
- El pie trasero también debe de aguantar la presión. No se quedará fijo, sino que debe doblarse para que únicamente tenga la punta como forma de apoyo.
- Suelta el aire que has cogido en el primer punto y vuelve a la posición inicial.
- Repite tantas veces como dure la serie
Para aprovechar al máximo las ventajas de la zancada te recomendamos que vayas intercambiando las piernas en cada serie. Así, mientras descansamos con una pierna, ejercitamos la otra.
Hay que tener paciencia con este ejercicio y saber que no lo vamos a conseguir a la primera. Siguiendo estos consejos de Hidrosport, y corrigiendo los errores, podemos conseguirlo.